El yoga enseña: Respirar correctamente, oxigenar el torrente sanguíneo,
calmar la mente, tratar el asma, la bronquitis, el estreñimiento y la
contracción muscular.
Postura correcta: Mediante la práctica de las asanas que actúan directamente sobre
las cervicales, escápulas, trapecio, dorsales, lumbares y región sacro,
estiramiento completo de la columna vertebral, correspondiente a la tracción.
Torsión completa: En el eje central de la columna vertebral, beneficia a todo el sistema
digestivo, automasaje el bazo, el páncreas y el hígado; gran contribución
al control de diabetes asociada a la relajación psicosomática.
Todas estas posturas ayudan a eliminar defectos de columna o mala postura: También
son poderosos aliados para eliminar la escoliosis, la bursitis, la espondilosis y las
espondilosis y espolón calcaneo.
La práctica de asanas es gran regulador del sistema nervioso (central y periférico):
Regulando la circulación sanguínea, la glándula tiroides, la garganta,
los ojos y las vísceras.
Relajación física: Descanso nervioso, relajación muscular, elimina el estrés.
La práctica del Yoga une lo externo con lo interno: Armoniza nuestra salud mental
con la física y la salud psicosomática; gracias a está equilibración y el practicante
encontrará la ansiada paz interior.
Su práctica no requiere límite de edad.
Belleza: La flexibilidad muscular, la elasticidad de los tendones y la corrección de
columna vertebral darán como resultado vitalidad y jovialidad,
tambien el cerebro y el corazón tendrán los mismos resultados.
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